viernes, 3 de diciembre de 2010

Díaz Diego




Julio 4

Cuando salga de trabajar
y cuando llegue a mi casa,
después de tomar algunos mates
tal vez acuda nuevamente al suicidio
escuchando un poco de música,
quizás algunos tangos
nadie notará que no estoy,
no lo harán hasta que noten
que falta alguien vendiendo
algunas drogas,
o empiece a amontonarse la mierda
en el baño del trabajo



Afuera

Necesito oscuridad, soledad
prohibiciones morales,
aislarme, separarme,
escapar, llegar a un burdel

Sin posibilidades, que me echen
una cárcel, inventar una historia,
tomar una cerveza
fumar de vez en cuando,
regresar a mi casa, a mi cama,
llorar un poco, reírme durante horas
escuchar música que me desagrada
para escribir un poco con bronca

Afeitarme
ponerme cremas en las manos,
cortarme las uñas, estar con una mujer
o sólo estar, recordarla por la mañana,
o encontrarla todos los días enredada en mis brazos
un poco de bronca, cerveza, humo

Charlas sin sentido, aburrimiento...censura cerebral,
Literatura clásica, viejos represores y todo lo demás.
Pelo largo, medallon en el pecho
traje verde, autos verdes,
algunos cabarutes cerrados
que me echen

Agosto 8

Un fusil con tres balas y media.
Tres malditas balas y media.
Fue suicidio, no cabe duda en eso...
siempre fui algo inestable
y algo alcohólico
por eso nunca compré un arma.
Es la muerte más lenta de
las que he tenido, y más dolorosa
será seguro la que más recordaré
porque hoy estoy muerto,
lo estaré mañana aún cuando despierte,
y lo estaré por el resto de mis días...
fue suicidio, no cabe duda de eso princesa.
Tres malditas balas y media.



Despertar


Y caímos, caímos en un abismo interminable de lujuria,

derramamos las lagrimas, la sangre y hasta el sudor

de quienes nos observaban...



Y caímos, caímos en la cuenta de una relacion impaga,

pegamos de a poco los trozos de los platos y al apagar las luces

borramos de un zarpazo las sombras que nos perseguían...



Nos pinchamos las venas con los sueros

que a cuenta gotas devolvieron nuestras vidas,

evitamos la simbiosios, los golpes y los gritos...

los relojes, el trabajo y las falsas novelas de la television

donde siempre alguien muere y dos quedan felices...



Caímos, caímos sobre la razon, la pasión y la sangre a punto de hervir...

entonces enfriamos un poco todo, y aqui estamos,

casi de pie, mirandonos fijamente mientras tratamos de comprender

que haciamos antes de empezar a merecernos.


Laboratorio

Como unos ratones...
persiguiendonos en un laberinto interminable,
asi estamos, como dos perfectos conformistas insatisfechos,
porque si, a nadie puede alegrar el hecho de estar perdido, o al menos no a nosotros.

Como dos piedras...
confundidos en una cantera malparida,
asi nos sentimos,
porque dos como nosotros no pueden no encontrarse.

Como amantes...
escondiendonos de nada y de nadie, escapandonos,
tal vez solo de nuestras sombras y gemidos,
asi vivimos, quizas conformes y seguramente incompletos.


Diego Díaz nació el 24 de julio de 1987 en Río Turbio, Santa Cruz. Es periodista en la FM Tiempo 95. 5 y conduce el programa Turbio y Claro

7 comentarios:

Anónimo dijo...

intenso; veràs; tremendo. un gusto conocer a este poeta. gracias a vos y a diego por estos poemas (maritza)

macadamia dijo...

gracias ena! besotes
le transmitiré al dieguin de río turbio

sfdra dijo...

el amigo viveeeeee"son putas las flores de mi barrio" decia un poema suyo hace años, cuando lo vi en un tallercito que llevamos con pablo Lorenzo. Cuanto ha pasado ya? Weno, salu por el amigo y a ver si manda noticias.

cecilia maldini dijo...

Que poesía mas intensa y hermosa! Lo conocí a Diego hace muchos años, no recuerdo en que lugar, pero ya mostraba el gran poeta que es. Feliz de encontrarlo aqui y poder leerlo.

Poesía del mondongo dijo...

realmente me gusta, transmite mucho con tanta fuerza.

mis saludos para el poeta.

Fernando

Luis E. Ferrarassi dijo...

Muy buenas letras, amigo. Me llamo Luis y tengo un blog para que chequees. Soy de Gallegos.
http://desertordelavida.blogspot.com

Saludos

Anónimo dijo...

Poesía visceral, diría la Moro.
Muy bueno lo de Diego Díaz.