jueves, 10 de junio de 2010

Acuña Daniel
















Los Pasajeros Olvidados



En el silencio busco
el cañaveral de tu pecho
Cansados vagones de espera, caen
Y los pueblos de siempre, suceden.

Frente a tus ojos, un tren mortecino
De hormigas incansables
volviendo a sus puestos
Burlan el sueño eterno.

Los espejos se hacen trizas, todos.
No hay muertos que se lamenten
tampoco reflejos, ni hiedras, ni encuentros,
sufriendo miradas, callados ojos de fuego.
Hay una batalla de cadenas
Entre tu cuerpo y el mío
En la taza vacía de lágrimas
En los pelos caídos de la almohada
Hay una batalla…
Con cortinas, ahogando rigurosamente
Tu cuerpo enmohecido.

Las paredes de tu cuarto
Son un tren deshabitado
La gente escupe en ellas,
el agua se congela, la nieve se derrite,
Mientras persigo tu rostro
no quiero olvidarlo
Como se olvidan los años.

El polvo de tu risa envejece
En mi recuerdo furtivo
Como un viejo árbol relegado
Haciéndome miserable y sombrío.

Solo una alusión viva
Galopa con tu figura, con tu pañuelo,
es un perfume de pasiones vagas
cuerpos desnudos y cansados,
El humo del tabaco bostezando
Corre en tus poros, la brisa
rozando tus pechos blandos.


Así son los encuentros exiliados
Frágiles como la memoria,
(Luego el tren abandonado)
El café sin azúcar
Los discos rayados
Un inodoro cegado gotea incesante
Vacuos recuerdos desecados

Un día más, postergado y débil,
machacando tu cuerpo
Brasas de la piel.
Y las paredes ciegas nos cubren,
todas manchadas y rotas
También escupimos en ellas
Mientas nos buscamos
Apartamos la saliva
entre la ternura y el engaño
Nos devora el otoño
Gotas de sangre marchitadas
Mojan el campanario.


Los Caídos


Sí, tu niñez ya fábula de fuentes.
Jorge Guillén.


La noche de héroes
Cae rendida, curiosa
Con su cuerpo oscuro
En la batalla milenaria…
De los años.
Cuando el aire guerrero
Descansa en su lecho,
Entre finos parpados
De olvidados calendarios.
Un manto de piedra y polvo,
Cubre la frescura de la sangre.
La noche en tu noche,
Es el dolor de la herida
Caen, los suspiros…
De rosas negras,
Impregnando el alba
Y los ríos, de carne ardiente y gritos
Pincelazos heridos desgarran
Las venas del tiempo.
Entre la tierra que muere
y el chapoteo
de los últimos peces,
Veo tu cuerpo
Hostigado,
Sufrido
Abrazando el tiempo.
Allí descansa, en tu boca
Dibujando latidos,
ese beso dulce, sobreviviente…
Que esperan los caídos.

Los pueblos en Ellas

Bajo una radiante brisa de enero, ya en el crepúsculo del anochecer, estaban Ellas, con todo el dolor que pudieran consentir en sus almas fatigadas de tanto sufrimiento…. Sentadas en un sillón de lágrimas; bebiendo la embriaguez de sus labios, marcando un sendero salado que se parecía al mar… y a la eternidad. Sus nombres -si mal no recuerdo- (pero como borrar de la memoria la tristeza y la soledad que luchan por brotar y lo seguimos reprimiendo a fuerza de anti-de-pre-sivos y analgésicos), fueron (siempre ellas) censuradas con el paso de los años en los pasillos de las oficinas, sedes de la conformidad efímera y los catorce días de vacaciones proporcionales a una presencia obligada y controlada con números tan insustanciales y a la vez importantes (ahora no en ellas, sino en otros) de intereses diligénciales. ¿Cuánto más soportaran? Quién diría!, Ellas… en esas oficinas tan ciegas e insensibles, cubrien-do-se aquel ojo de ciclope, proxeneta de la mirada y de luna mística… fiel primitivo ávido de tantas luces mágicas, que se fueron apagando, cubiertas por el follaje de grandes edificios con sus pirámides posicionales y la lucha de eficacia calificada en útil y no-útil; frutos de un árbol muerto, no quieren dejarse caer, se pudren en conversaciones matutinas y caídas de bolsas… y ellas ahí, como tantos otros…y la penumbra.




Mi nombre es Daniel Acuña, soy nacido en la ciudad de Rio Grande, Tierra del fuego, el 13 de Agosto de 1985. Cuando terminé el secundario me fui a vivir a Buenos Aires y fue ahí donde pude encontrarme a mi mismo a través de la Literatura y el Jazz. En cuanto a preferencias literarias me gusta mucho Henry Miller, Dostoievski, M. Yourcenar, Poe, Cortázar, Borges, Tolstoi, F. García Lorca, entre muchos otros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Grande Dani te quiero Mucho... Sos un Amigo.. y un artista.. te saluda alguien que quiere que sigas creciendo y encuentres siempre el Camino1 padelante!! Desde Cordoba y Desde la Música!