jueves, 21 de mayo de 2009

Alemán Nadine






BIANCA ENCIERRA

“Era tan pero tan profunda nuestra alianza,
que nos encontrábamos todas las tardes en nuestra muda locuacidad”
(Nadine Alemán)

Bianca encierra las pocas ovejas en el corral todas las tardes. Y vuelve al rancho con las piernitas envueltas en abrojos y temblando por el frío hostil de la cordillera. Bianca y su vida suspendida. Bianca con ese padre viejo y acabado que no le dio más vida que esa vida, llena de ausencias. Bianca y las estrellas. Pero ella sale inmutable cuando lo oye decir, a veces como única frase en todo el día: “¡Bianca, encierra!”. Ella sale del rancho y encierra todo lo que puede, las gallinas, las ovejas, la puerta de la despensa. Hace todo lo que él le pide mientras lo ve envejecer. Hace el pan (le pone harina de la buena y lo amasa con leche fresca para que quede mas blando y no le arruine los dientes al viejo), y no se queja del agua helada del arroyo cuando lava la loza. Le compra pilas nuevas a la radio, pega el hule del mantel cuando se raja, zurce repasadores y medias. Hasta pesca con la latita en el arroyo para que no sean siempre fideos, papas y carne. Y cuando va al pueblo, Bianca tarda. Hace despacito el camino de regreso, como soñando que nunca llega. A su padre lo acuesta, lo levanta, calienta el agua en el tanque de la cocina a leña y le prepara el fuentón de lata para bañarlo. Y apaga las velas temprano para que Ella, la Muerte, si llega no lo vea. Espera la noche para dejar las cortinas corridas y desde su cama ubicada estratégicamente bajo la ventana, ve las estrellas lejanas que la helada patagónica vuelve mucho más brillantes, como un regalo íntimo, solo para ella. Ni bien se acuesta, Bianca se pierde en un viaje único. Es otra, vive otra vida, goza el destierro nocturno y se hace a él soñando que tiene amigas, que tiene marido, que tiene hijos, que tiene calor y que tiene un destino. Así se duerme hasta el otro día, cuando al amanecer otra vez se levanta, otra vez suelta las gallinas, las ovejas, abre la puerta de la despensa. Otra vez el día, la luz, el campo, el trabajo duro, el viento y su padre. Pasando como siempre las horas lentas, hasta el atardecer, donde vuelve a encerrar. Y sobre todo Bianca encierra. Encierra esas ganas de dejar esa noche las velas encendidas para que si Ella, la Muerte, esta noche viene, entregárselo de una vez y luego perderse finalmente en la vida que ella tiene en las estrellas.

http://www.nadinealeman.blogspot.com

Nadine Alemán nació en Esquel, Patagonia Argentina, en 1977.
Se recibió de Licenciada en Cine y Televisión en la Universidad Nacional de Córdoba. Realizó proyectos audiovisuales en Córdoba y Santiago de Chile. Su primer libro de cuentos se titula “17 Simples Cuentos” y fue traducido parcialmente al árabe en el lejano país de Marruecos.
También es autora de un guión ficcional de largometraje titulado “La Tierra de mis hijos”, donde cuenta la travesía de los colonos galeses hacia la cordillera. Actualmente está a punto de editar “Letal Intensidad” Poemas y Tangos, también prepara su segundo libro de cuentos para ser editado en 2010.

Mis cinco autores favoritos PATAGONICOS son:

Miguel Oyarzábal
Bruno Mendez
Elias Chucair
Maria Julia Alemán
Jorge Oriola

Patagonico chilenos
Clemente Riedemann
Rosabetty Muñoz

6 comentarios:

maritza dijo...

nadine, extraño aqui tu buenhumor y la porfia tuya de leer las 90 paginas de tu guión. Nos quedamos debiendo las proximas risas. Un abrazo ¡no pierdas nunca la sonrisa!

Anónimo dijo...

NADINE, me encantó tu libro de cuentos, sobre todo el cuento que figura aquí y el de los diamantes.
Hacía mucho que no tropezaba con unas historias tan bien contadas.
Además fue un gusto conocer gente como vos en el encuentro de Esquel.
Un abrazo.
Cecilia Maldini

Nadine Aleman dijo...

Muchas gracias,la verdad que fue un placer para mí conocer gente como ustedes,y verles la cara de sorpresa cuando bromeé diciendo que leería 120 páginas de un guión! jaja
Estoy encantada también con lo que ustedes hacen, historias, poemas, puf, barcos seguros donde navegar durante la tempestad de la realidad cotidiana.
Besos mil.

Mercedes Bello dijo...

Nadine! qué grata sorpresa fue encontrar tu blog. Hace muchos años te conocí adolescente, amiga de Andrea Rowlands, en Esquel. Nosotros habíamos ido de vacaciones con nuestros hijos, Diego y Ramiro. Siempre te recordamos por tu buen humor y tus proyectos que desde tan joven tenías. No sé si te acordarás, somos Carlos y Marta de Olavarría, amigos de Elvey y Elena, los papás de Andrea. Me encantaría que respondieras a estas líneas. Yo intento ser escritora. Tenemos un taller literario, donde cada semana nos reunimos y sumamos cuentos, relatos y otras yerbas. Te invito a entrar en él:
www.elbocadilloesnuestro.blogspot.com
Desde aquí te enviamos nuestro saludo y felicitarte por tus logros.Que tengas un buen 2010 y que sigan tus éxitos. Un beso enorme
Marta Santillán de Ricón

Nadine Alemán dijo...

Hola! por supuesto que los recuerdo, y les cuento que tengo dos niños literarios ya: 17 SIMPLES CUENTOS (cuentos) y LETAL INTENSIDAD (Poemas y Tangos)y bueno, sigo igual: META RISA!!! jajaja,estaré feliz de reencontrame con ustedes, aunque sea mediante blog! Les recomiendo seguir visitando este porque es uno de los más completos de la patagonia, asi que espero vernos por aqui o por alli.
Un abrazo enorme y gracias por recordarme!

Marta dijo...

Hola Nadine!
no has vuelto a escribir en el blog...por dónde andarás ! siempre estás en Esquel? escribime mediante el blog o mi cuenta es:
martaelcira@hotmail.com poneme al tanto de tus libros y como conseguirlos.
bsssssss Marta