miércoles, 1 de octubre de 2008

Sastre Claudia




Perros en el fondo


a Nelly González

Acá hubo una revolución
y no fue
parida en buenos aires
no fue invento, ni proyecto
ideológico
venido desde afuera
Surgió del guiso
étnico de acá
un cocido intelectual del mundo
de los hambreados por esta y otras
patrias.
Venidos de otros lares y otros mares

Porque eso somos

Amotinados cimarrones
Irredentos
cuando marchamos al exilio

Perros atados en el fondo
del patio
ladrando al viento



Barcos en la pampa


a Sebastián Tresguerres


La poesía es este barco
que navega sin mar en medio
de la estepa.

Por una escotilla voy mirando
tratando de ver
tratando de convertir esto
en lengua.

Pero ella, la lengua, se suelta de mí
con la fuerza del pronombre
y balbucea, tartamuda
los sonidos desquiciados de este viaje
este rugido de bestia
la eterna canción de los suicidas
hambrientos, fusilados, locos.

Hay que amar esta tierra de piquetes.
Hay que amarla porque es
más verdadera que real
y nadie elige verla.

Para mí la canción
de los derrotados.

Algo habrá estallado
y no es tu corazón.


Del inédito “El libro de los kilómetros”



Lola Kiepja


*
desde ese hospital de Río Grande partí
hechizada por las voces
que me hablaban
pero también cansada, harta
de transferir sus palabras
y mezclarlas con las mías
sin lograr
que fueran mías del todo
o del todo ajenas

me desgasté balbuceando
mientras ellos, sus voces
repetían el temor que caía
piedra sobre piedra pequeña
sobre la lapidada

eso dicen ahora
-deberías callar-
y ese poder me fue negado

hablo y hablo
nadie podrá parar ya esto
no hay de mi compensación
y me hallo lejos de la mano
o la vara que castiga

soy desobediente
cuando digo yo
no se sabe quién habla



*


cuando se cubra de brumas esta isla
y se descuelgue del techo antiguo el barco
de los que perdieron la memoria
estaremos en la costa
disfrazadas con los cueros de las focas
conjurando en nuestra parla
las tormentas, los naufragios
y algunas nos preguntaremos
en qué lengua vamos a decir
que nos morimos o que nos matan



*


estas sombras nuestras
al atisbo de este último sol
se alargaran entonces
para hacernos infinitos



*


bellas, bella, ¿quién
ha mirado nuestra belleza verdadera
en la fragilidad de nuestra magia
nos han contemplado con terror
poder que recibimos entre sueños
para contrarrestar la pesadilla?
¿por qué hablar en dulces lenguas
y crear palabras nuevas
como talismanes
contra el dolor?
si la mirada fija hacía
madurar las frutas del verano
las manzanas celestes de la raza
los cuerpos fríos entrando
aceitosos al agua de los polos
pescar y marisquear
moradas, sin memoria
el himen restaurado y la desdicha.


Del inédito “Manzanas”

Nací en la ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires el 27 de Diciembre de 1965. Me criè en Patagonia. Integré el Grupo Literario Verbo Copihue desde sus inicios, realizando tareas de difusión cultural, café literario, eventos y presentaciones de libros en Puerto Madryn desde 1998 hasta su disolución o dispersión. Fui editora de la página web: Verbo Copihue-Letras Patagónicas, dedicada a crítica literaria en la Patagonia y difusión de obras inéditas de autores de la zona. Actualmente resido en Puerto San Julián (Santa Cruz) donde me encuentro abocada a la investigación histórico-literaria e integro el grupo literario “Unicornio”.
Publiqué poemas y ensayos en diversos medios literarios de Argentina, como Diario de Poesía, Revista Museo Salvaje, y otros. Poemas míos han sido publicados en la antología InSURgentes, de Editorial Limón, año 2005, Neuquén, coordinada por el Centro de Estudios Críticos e Históricos de la Literatura Argentina.

Libros editados:


Faúnicas (1999) Edición de autor
Duchamp: planos de cristal entresacados a modo de poemas de viaje. (2002) Terraza Libros
Imperio: (2008) Edición de autor.

Nombro a:


Lola Kiepja, Juan Carlos Bustriazo Ortiz, Sebastián Tresguerres
Maritza Kusanovich,Andrés Cursaro,Giovanna Recchia
Marina Pacheco Ruiz,Fernanda Maciorowsky,Noelía González
Carlos Besoain,Cristian Aliaga,Debrik Ankudovich
Washington Berón,Marcelo Eckhardt, Mauricio Robles
Viviana Ayilef,Claudia Prado,Nelly González,Lucho Carranza
Rodolfo Ap Iwan,Hernan Bergara,Diego Cacciavillani
Mariela Lupi,Victoria Cocconi, Marcelo Dominguez, Cristian Rezk
Y muchísimos más que serán nombrados por otros también, asi que les vamos a dar lugar

4 comentarios:

La Moro dijo...

“Barcos en la pampa” es una de las más acertadas alegorías acerca de la pasión por la literatura de un lugar postergado hasta el infinito, la Patagonia. Algunos podrán decir que el motivo de la nave es trillado, y está bien, pero hago hincapié en el modo en que ese motivo es presentado. Colocar un “barco sin mar/ en el medio de la estepa” podría significar el concepto de poesía inútil, o incluso inexistente, opinión que muchos tienen acerca de esta literatura; no obstante, se hace evidente la voluntad autoral de convertir ese imposible “en lengua”, con toda la carga ideológica que ello representaría (es decir, hablar y escribir sobre aquello que pocos o casi nadie habla o escribe precisamente por considerarla una tarea inútil o inexistente, innecesaria). ASUMIR EL OFICIO DE ESCRIBIR SOBRE Y EN LA PATAGONIA ES HACERSE CARGO de su historia, de su gente, de su espíritu, aún cuando eso signifique transformar en arte no un armonioso sonido agradable ni envolvente, sino un “rugido de bestia / la eterna canción de los suicidas / hambrientos, fusilados, locos”. La voz del yo sobresale en medio de un paisaje inhóspito que, por supuesto, trasciende la cuestión geográfico climática, y a pesar de las inclemencias y la soledad, opta por poetizarlo y entregar esa perspectiva en pos de una construcción colectiva (léase “identitaria”) de la región, distinta e independiente del discurso oficial (tan turísticamente conveniente, no?) manado desde otros centros. Desde este punto de vista, la correferencialidad entre el yo poético y el destinatario se centra en el suelo, pero no se restringe necesariamente a él; es decir, el espacio territorial es marca de una esfera simbólica que intenta convocar opiniones, sensaciones, inquietudes y urgencias tan heterogéneas como los sujetos que la habitan.
Más allá de estas divergencias ideológicas (¿espurias?), se postula una “condición para la pertenencia”, reforzada en la repetición anafórica y modalizada desde lo deóntico; probablemente, por lo mismo, tendiente a la construcción de un ego enunciador que se planta en un escenario vapuleado para defenderlo y asumirlo como relevante, aún cuando su percepción no difiera demasiado de la de sus detractores (“Hay que amar esta tierra (…) / hay que amarla / (…) Para mí la canción / de los derrotados”). ¿Cuál es la diferencia, entonces, entre aquellos que denostan a la Patagonia y esta voz, que exige amarla? Que, lejos de soslayar las fisuras y asperezas de “esta tierra/ más verdadera que real”, Sastre elige moldearla, escribirla, poetizarla críticamente, elaborar propuestas superadoras, ponerse “al servicio de” desde su lugar de intelectual comprometida, en lugar de quedarse en la infértil mirada ciega de los que eligen no verla.

Anónimo dijo...

"Barcos en la pampa" . Esta Patagonia es tan mágica que puede convertir una metáfora en un hecho real. Punta Loyola.

Ceci

melis dijo...

hey che hagan que mi vieja se crea un poco lo buena que es en lo que hace!!!
mami esta re bueno este proyecto!!ya te lo habia dicho!
y ya sabes que me gusa mucho lo que vos escribir con el obvio agregado de que ademas sos mi mama jaja
espero que cuando termine de studiar laburemos juntas mami!
te amo!!!

Fernanda Maciorowski dijo...

hola clau: el vestido le quedó pequeño a la gran princesa, pero lo cambié por un solero divino con flores azules. te quiero mucho. me encantó recibir tu visita. *cuper*