domingo, 8 de noviembre de 2009

Rossi Martín








1-

Álgidas púberes noctámbulas
noctes de noches Baco
exijo chispa materia
por carencia de trosso
carne imagen y miedo
sollozo puertas adentro
neonato punto agolpado
cuerpo de la línea
mi pasado y sus mundos
cisma de las tripas
bocado rancio de cardenal
disgusta y desgasta
la vida.



un rimero de libros
semiabiertos al sueño
de ser otra cosa,
una foto mamá
y el puñal de segrob.

Un grito no es nada
solo si es de niño
quiebra el silencio
a palmo de sol y celeste
bebiendo las tierras que desalientan
historia de mi historia
carnavales sin baile ni música
alas y vientres eternos
un surco en el alma del ojo
y el viento
alas y vientres.



4-

Osario ubérrimo la vida
madre ya está
engendrando el recuerdo
repliego artísticamente
me abrigo en su amor
degollando a los menos
insensible silencio sin sentido
verdad y cuento
construcción.
Brujos, negros y mañanas
con desayuno púdrete
el ahogo
hablando de ellos
¿Qué son?
Golems.



5-

Kospa otrora y no porta
culo ni antepecho
unir y venir de ocio
resultante, pía
suave, Sonia brinca
no seca no tumba
saboreasiempre
la barba espuela
ronquidos y antiganas
sexo bruto simión
acá no queda nada
adán es eva y viceversa


7-

Uso tu taza y tus gemidos
En una preparo la panacea de muérdago
Con los otros me masturbo.
Tu ropa, santo perfume de algodón
opio de mis erecciones
anclado en los recuerdos lisérgicos
que abren el día.
Desde Artaud, el Flaco me enseña conjuros
tus danzas cabalgatas
Y el calor de los veranos
ayudándome a penetrar y sujetar tu carne.
Eléctricas contracciones, mortales, me detengo.
Respiro profundo y te observo.
Regreso, palpo el fuego mar adentro
con mi Pluma de Jade, dedos
y el río de mis fauces.
Oculto en el cosmos de tu locura
un punto es el éxtasis
donde deseas que me pare
salvaje, a ciegas, haciéndote explotar.
No existe placer mayor que tus manos
Enseñándome las claves y senderos
de tu Ser.

13-

Cromatografeo con saña
hasta parar de hablar
opto
clavo una estaca en mi saliva
potencia mágica.
Gente como vos tengo kilos
remeras baratas y jeans
un amigo del barrio
pelotas de cuero desgajadas
viejas putas y gruñonas
todo.
El invierno del ojo
me arruga el bulto
prométeme por lo menos las tripas
obliga mis acciones
no guardes en la testa
ideas que dos veces me nieguen
banderas ni explosivos
me criaron eje
con apetito inmoderado
mono con pico.
No van a saludarme
el sudor y el niño
latiendo en mi carne
me cubren
sí por perverso
élitro y cuenco de sus dotes.
Precoces tumbas cavo
en cada uno de mis sueños
barco scyldo
hacia Nóvgorod
mi lugar.




Oscar Gerardo Martín Rossi nació tan lejos de aquí, que ya no se sabe donde. Dice que le fascina la Patagonia, pero la odia cuando hay viento. Es vendedor ambulante por opción y en las noches estudia para ser cleptómano. Una vez fue a la escuela, en Buenos Aires, pero afortunadamente ya no tiene ese vicio.Hoy vive en Pto. Madryn y creer ser mas feliz que ayer.

1 comentario:

macadamia dijo...

digo, babosa, fue alumno mío de taller...