miércoles, 3 de diciembre de 2008

Ankudovich Debrik


-El de la izquierda, de mano levantada es Sergio Pravaz; en el medio Sergio De Matteo; al lado de Sergio, Debrik-



del libro Veneno para hormigas (1998, El Rey Tuerto)

RECUERDOS DE INFANCIA

Qué terrible
el ladrido nocturno de los perros;
cuando no hay adónde ir,
ni qué comer,
ni a quién tocar.

A PESAR DE TODO

Aunque te escupan
te pisen, te cuelguen, te nieguen;
aunque te ofrezcan al paso de los trenes,
miénteles siempre
con la verdad

PASEO COLÓN 797

No soy de este sitio.
Huelen mal, muy mal,
sus porfiadas criaturas
que no reclaman misterio,
peregrinos funcionales.
No soy de este sitio,
tampoco de otro.
En el hueco solemne
respiro,
respiro,
y no obedezco.

LUCIERNAGAS / ALACRANES

Rezan, están preparando otra venganza

.

Escribo por las dudas no aparezcan las verdades.

.

Ser es nocivo.

.

La respiración es el mantra de los sobrevivientes.


ESCRIBO

Escribo con la mano que no sabe escribir
dibuja a destiempo, torpemente
lo que el alma descarga tempestuosa
¿Acaso los ojos no son dientes
para detenerse en lo apetecible?
Están tan lejos
esos pájaros que vuelan de cerca.
Escribo cuando la poesía se aleja
escribo sus restos, su cadáver exquisito.
Escucho en la multitud (donde vivo escondido):
Pobres los pobres.
¿Yo?: Bien.
He descubierto algo novedoso,
temiblemente bello, oculto en el iris,
es un brillo salvaje,
un destello entre tanto naufragio,
una medalla al menos, salvable.
¿Deberían los hijos ver hombres desesperados?
¿O dejar que respiren su dulzura
en el paladar de los tragamonedas?
Pero no hay nadie allí afuera, nadie;
sólo barcos vacíos,
bosques encendidos.
¿Y ustedes señores?
Tanta vida ganada en la rapiña,
para confundir al poeta con ropaje de payaso
y mejor acorralar a la inocencia.
De todas maneras escribo,
escribo lo que sobra
al silencio del corazón que desborda;
de todas maneras
el espíritu vendra por todos.

VENENO PARA HORMIGAS

Por abandonar el ceño
mirando al extraño de mi
por configurar razones
con cómplices inexistentes
por no temer a la sentencia de lo invisible
por creer en las puertas numeradas
por la obediencia inmediata y crepúscula
por los oros donde balan y balan
los corderos degollados
por distinguir claramente
pájaros entre cuervos
por prestar los brillos
y quedar a tientas
y avergonzarme
de los nombres de las calles
por escuchar a Silverio
silbar tangos harapientos
por irme con otros
y volver solo
espantando perro sonámbulos
porque una noche
vinieron vuestros hijos
a buscarme
a que cantara canciones olvidadas
porque amé los ojos de esas mujeres
hasta quedarse dormidas
sobre el hombro insomne
y luego juntas
planearon asesinarme
porque me vieron, me sorprendieron
escribiendo paredes nocturnas
las palabras porfiadas
las dagas celestes
porque allí afuera
me están arrastrando
para quitarme unas monedas
porque supe que el asfalto
tapaba los huesos de otros
porque el ángel me atropelló
el duende me habló en lo bajo
y la bestia
me golpeó la osamenta
porque pisé la escarcha desnudo
miré la estrella que aún quedaba
y oriné en el cuenco de las manos
porque fui a otros sitios
o olvidar al niño que fui
y todavía pesco peces
indago el rumbo de las aves
porque bebí desahuciado
y me desalojaron del infierno
por desconfiado
-allí también vendían veneno para hormigas-
porque he sido puesto a prueba
y perdí la cabeza
entre las manos
porque soy una animal místico
un corazón inteligente
porque no tengo rostro
porque ya no me voy a morir
porque ya no me voy a morir.

FUEGOS FATUOS

Es cierto. Whitman era un cocodrilo pedante
un engreído en la lírica, sus discípulos
vomitan bilis, apestados
por un falso oráculo
sus dedos señalan un cielo que cruje
abajo los profetas mastican basura
abajo miden sus penes los felices,
contraste de la infamia.
Pero él, sacerdote de pequeños bigotes
nalgas rojas azotadas por la hembra
pequeños también sus ángeles derribados
envenenan aún
los ojos de los perros que vigilan
los dominios
donde la estupidez se revuelca
en su tango partido
perdidos cerdos flacos del festín.
Sin embargo
Artaud ha difamado al mundo para siempre
y muerde mis pliegues retóricos,
dulce sueño que no duerme
ignis fatuus, la palabra del doliente.
Nadie enciende las lámparas, Felisberto,
complicados los rumbos, complicados.
Es cierto. Lo incestuoso es no reconocer
el gesto de la serpiente
el ombligo de la horca
los ácidos del sudor
el momento exacto
la acción efectiva del deber
la limpieza del ansia sublevada.
¿Qué es el crimen
sino la imposición de un silencio
en la perpetuidad de la memoria?
Matarían a su madre
por no comulgar en la clemencia.
Es cierto, la orden, la ejecución del secreto
la sueñan y la dictan las élites
pero luego nos llaman
alrededor del humo
a la hoguera legítima
para dar testimonio
a oler el cadáver
a tocar el delito
a sellar el acta manchada.
Entonces es cierto, aunque sea espuma.
Nada ha quedado vivo del sueño primero
nada ha sido quitado del camino
ni la rama quebrada
ni el cuerpo caído en la saña
ni los serviles conceden perdón
ni las campanas suenan como deberían.
Es cierto, pero nada se detiene
en la cueva luminaria.
Las moscas engullen
la estatua de santos asesinados
por un dios acechante
en su réplica cíclica, colérica.
Bienaventurados los que soportan
el peso de la pasión
su llaga definitiva
su costado sorpresivo.
Dice el chamán:
la enfermedad es el ocio del alma
que escapa ante tanta negación
Pero los ciegos buscan el estallido de los astros
para cometer la hazaña de la luz
en el trapo sucio de la inocencia
limpian sus ojos doloridos
su mueca fatigada, su grieta sin límite.
Es cierto.
Mi mano dormida está izquierda.
¿Quién por mí esta noche
pondrá las piedras en el borde,
para ser barridas por las aguas?

SEPULTURA SOLAR

¿Habéis amado lo suficiente
para merecer sepultura?

Tus huesos allí abajo
deben ser un triunfo.

Nació en 1961. Vive en la Patagonia.

1 comentario:

saraeliana dijo...

En este caso voy a comentar RECUERDOS DE INFANCIA.

El poema hace gala de una gran calidad literaria, para la que no le hace falta desplegar un lenguaje hermético. Con la sencillez de los grandes pone al lector en contacto con una realidad, ya sea social o personal, que lo retrotraen a experiencias de vida, momentos grabados en la memoria atávica de la humanidad. Con tan pocas palabras resuma significados, por esa transmisión que genera superando el tiempo y el espacio. Felicitaciones, seguiré leyendo y comentando. Gracias por compartir tu obra de este modo tan generoso.

sara

www.saraeliana.com.ar