lunes, 29 de septiembre de 2008

Mellado Luciana



El cuerpo y la nostalgia

A mi abuela

Vagidos secos anuncian la aurora sin que nada inaugure el sueño
o ¿debo decir que soy yo quien te mira las manos
telaraña de belleza, ternura desgarrada?
Esto ocurre en un lugar intraducible donde la muerte bebe
la inocencia de niñas muertas
que nadie busca / que nadie reclama.
Una procesión atraviesa el sendero de tus ojos cerrados
camino breve que dilata el sueño, jardín de malezas y de lluvias
animal que huele el precipicio y arremete.

(Las niñas del espejo, 2006)

Ventura del asombro

A Andy, toda vez

Soplo de amor que organiza el mundo.
Aquí estás en la noche descosida,
tiritándome, entrañable.
Niño, garras de león,
camélido que paladea el ocaso.
Plural.

Sorda y silencio

No te vayas
tu silencio llenará la casa
si te vas
me aturdirá cuando esté sola
y pueda escucharlo

Composiciones de lo singular

Ola contra roca y viceversa.

Yo escucho muchas olas
adentro de esa única
pueblos de agua que se mueven
y salivan espuma.

Yo intuyo muchas rocas
en el principio de esa única
multitudes de piedras que se comprimen
canto sobre canto.

Yo respiro este lugar
donde las superficies se tocan / sin penetrarse
donde el aire te acribilla los ojos
y la belleza no puede ser devorada.

(Crujir el habla, 2008)

De la tormenta

I.
Imaginan el paisaje, lo zanjean
pero no pueden eludir la circunstancia
de que el nonato ya fornique
ya recorra el cuerpo de la tierra
que es alojada en él y no a la inversa.

Devorada la tierra se le preña, se le llena
de hijos y de hijas que entreverados
conocen lo lleno y lo vacío,
lo crudo sobre todo y lo cocido.

¿Por qué dicen entonces en singular inalterable
lo múltiple, lo que cambia como de forma el follaje?

¿Por qué escuchan idéntica palabra para el espacio
que se habita, se piensa, se parcela?

¿Cómo se funda en pleno movimiento una quietud
que responda / a una sombra idéntica
a la frontera ensayada?

Líneas imaginarias, el filo de los mapas y los libros
repiten la interrupción / otro alambrado
y el tajo / cada tajo sobre el cuero
es un cántaro, un río en movimiento.

Sin testículos que guarden las semillas,
la tierra arrasada inicia la utopía del vaciado.

Indiferenciado el nido del templo en su chatura
es sacudido, arrebatado en seco.
Pero los pájaros de barro no eran,
de plumas de choique no eran,
ni de vidrio, piedra o plomo eran.
Centauros que volaban en los truenos,
rostros ahumados en un espejo
que resisten para no ser invisibles
como el aire
después de la tormenta.

(Malón malón, inédito)

Luciana Andrea Mellado (Tani)

Nació en Capital Federal en 1975. Desde su más temprana infancia vive en Comodoro Rivadavia. Profesora y Licenciada en Letras por la UNP. Cursó la Maestría en Literaturas Latinoamericana y Española en la UBA. Es docente universitaria y terciaria. Integra proyectos de investigación de literatura y cultura patagónicas desde el año 1997. Actualmente co-dirige el proyecto de investigación “La construcción del espacio en la narrativa patagónica”. Expositora en una treintena de congresos, jornadas y foros de literatura, nacionales e internacionales. Ha coordinado talleres de escritura para niños y adultos, y ha sido jurado de premios literarios locales y provinciales.
Ha publicado textos de crítica literaria y cultural en revistas académicas arbitradas de universidades de Argentina, Chile y Nueva Zelanda. Recibió el Premio Academia Argentina de Letras (2000) y obtuvo becas de la Agencia Española de Cooperación Internacional (Tarragona, 2000) y del Fondo Nacional de las Artes (2006). Creó y administra el blog http://enlapiznegro.blogspot.com/. Ha colaborado en antologías y publicaciones literarias de Argentina y México. Libros: Las niñas del espejo (Botella al Mar, 2006), Crujir el habla (Botella al Mar, 2008), (Malón, malón. Inédito).

Considero poetas ineludibles y exquisitos a:

Juan Carlos Moisés
Raúl O. Artola
Cristian Aliaga
Anahí Lazzaroni
Liliana Ancalao
Jorge Spìndola
Andy Maldonado…
También entiendo como valiosos a todos los poetas que participan de los 6 números de la plaqueta “Peces del desierto”, que aparecerá próximamente.

6 comentarios:

La Moro dijo...

Me encantó "De la tormenta". Acertada relectura del romanticismo y de la imbricación entre el sujeto y el paisaje, con el aderezo de que este sujeto, el de las poesías de Mellado, enuncia la patagonia desde su ubicación espacial pero también desde el conocimiento que otorga la pertenencia a la tierra. Respecto de "Ventura del asombro", he de ser sincera y confesar que planeo reproducirlo y dedicarlo toda vez que pueda encontrarme con aquél que se me figura "Niño, garras de león". Si alguien tiene el mail de la autora, agradecería que me lo enviara; quisiera contactarme con ella y conocer su escritura crítica.

macadamia dijo...

yo lo tengo, le pregunto a ella si puedo y te lo paso

La Moro dijo...

Dale, Clau, muchas gracias!

Anónimo dijo...

Así se dice. Me gustaron mucho estos poemas, mucho.

Anónimo dijo...

Leer estos poemas es un placer que se reedita cada vez. Los sentidos se despiertan y confunden, en construcciones extrañas y por eso bellas. Sólo quiero disfrutarlos. Gracias por acercarnos esta poesía.

Anónimo dijo...

es de Comodoro o de Buenos Aires esta escritora?
Romina