domingo, 28 de septiembre de 2008

Gandolfo Hugo





Ayer,
un zorrino muerto se me apareció en la huella;

lo encomendé a su estrella,
le recité mi mejor poema,
hasta bailé alrededor de él
como en trance,
excitado,
enloquecido;

después abrí una lata
y brindé por él y por lo que él
hizo por mí,
por hacer que me descubra así:
tan desnatural,
degenerado,
arropado,
ciudadano.


A veces, de vez en cuando,
cosas como las de ayer me suceden.

Y entonces pienso que en verdad,
a veces,
de vez en cuando,
algo me sucede.


VAMPIRISMO CREPUSCULAR





No soy éste yo
el que ven vivinerte
sorbiendo sangre de cada sol
que dice hasta luego.



Nunca supe por qué decidí
-un día-
que esto no podía quedar así,
sin un poema de mi parte;

creí entonces que algún arte
buscaba luz desde mí,
hasta que a desengaños aprendí
que sólo se trataba de un vacío,
una incordura quizá,
una infantil fuga hacia atrás,
volver a casa,
escapar así del mundanal frío.

Y aún no sé por qué sigo
-noche a noche, días tras día-
volviendo a casa,
escapando del mundanal frío.

Quizá por eso aún escribo.
Hugo Gandolfo
Si debo mencionar cinco escritores, de poco van a servir para tratar la cuestión de la literatura patagónica: J.G. Ballard, Julio Verne, Cortázar, Borges y Horacio Quiroga. Y se queda agitando los brazos Melville y su Moby Dick.

Nací en Abril del 69.
Casoreado, dos pèndex. Empleado privado del montón.
Habito pedestremente la patagonia desde 1988.

3 comentarios:

macadamia dijo...

supongo que verne y borges podrìan ser considerados patagònicos, y por supuesto melville y su moby dick, como dice el maestro aliaga, nuestra literatura està esperando su melville...no?

La Moro dijo...

¿Se imaginan cómo sería, en lugar del ave gallinácea, un cuento titulado "El chulengo degollado"? Válidos los nombres de los escritores; si han marcado recorridos de lecturas a artistas patagónicos, ¿por qué no van a servir para tratar "la cuestión de la literatura patagónica"? Me gusta en Gandolfo su concepción de la poesía (al menos, por lo que pude leer) como la excusa para reflexionar sobre su propio ser poeta y humano. Interesante equilibrio entre la exploración irreverente del lenguaje y la poética de lo cotidiano.

Anónimo dijo...

Bueno, gracias mil a las dos.
No estoy acostumbrado a recibir este tipo de elogios.
Cometí el garrafal olvido de no poner en la lista a Girondo, paridor de mi brújula escriturienta en lo que a poesía se refiere. Yo absorbí su último exhalo y después de tantos años cometo el pecado artísitico de plagiarlo burdamente tratando de plagiarlo no tan burdamente o de plagiarlo sin plagiarlo. Pero la influencia es demasiado fuerte.
Saludos.
H. Gandolfo